Un año después de la anulación de la prueba, amenazada en África por islamistas vinculados con Al Qaeda, el Rally Dakar dejó su continente histórico para trasladarse a Argentina y Chile, los huéspedes de la edición del 2009 a partir del sábado en Buenos Aires y hasta el 17 de enero.
Cuidadosos de no revivir el fracaso terrible y costoso del 2008 y de asegurarse la seguridad de los participantes, los organizadores escogieron atravesar el Atlántico.
"¡Es el Dakar!", aseguró Etienne Lavigne, el director de la carrera.
"Hasta diría que jamás (la carrera) llevó también ese nombre un acontecimiento extremo de deportes mecánicos. Encontramos incluso lo que lo convirtió en un éxito: el descubrimiento, la aventura y lo desconocido", agregó.
En 14 etapas y 9.578 kilómetros entre los que 5.591 son especiales, las 530 tripulaciones efectivamente encontrarán todos los ingredientes de lo que hizo la leyenda de Dakar de Thierry Sabine desde su creación en 1979: pistas largas y carreteras, pistas giratorias y técnicas, polvo, fuera de pista, dunas de arena, navegación y pozos de agua en zonas desérticas.
El inicio de la prueba será el mismo: primero con algunas etapas rápidas en el sur de la pampa argentina y el ascenso más técnico hacia los Andes.
Luego, los competidores se encontrarán con un plato fuerte en Chile, con dunas, y la majestuosa Cordillera de los Andes, que deberán atravesar dos veces.
Después de un día de descanso, el 10 de enero en el puerto chileno de Valparaíso, el Dakar se irá al norte a lo largo del Pacífico, con un paso por el desierto de Atacama, uno de los más áridos del mundo, antes de cruzar los Andes a 4.700 metros de altitud para retornar a Buenos Aires.
Además del calor -más elevado que en África, particularmente por la noche- y las preocupaciones vinculadas con la altitud, la gran diferencia reside en los paisajes, con cordilleras grandiosas, volcanes, ríos, desiertos rocosos y rojizos y hasta cáctus, por lo que distraerse con tonterías evidentemente no será la palabra de orden para los favoritos, que serán ciertamente los mismos.
En coches, Mitsubishi buscará su octavo éxito en línea -si no se tiene en cuenta el paréntesis 2008-. La escuadra japonesa, al mando de Stéphane Peterhansel, buscará su décimo éxito personal (6 en motos y 3 en autos) y Lucas Alphand, vencedor en 2006, decidió este año cambiar de modelo.
'Mitsu' parte como favorito y tendrá como rivales a los también motores diésel de BMW, con Guerlain Chicherit, y Volkswagen, conducidos por el español Carlos Sainz y el sudafricano Giniel De Villiers.
El paso de los japoneses a diesel podría ser aprovechado particularmente por el imponente Hummer del estadounidense Robby Gordon o los Buggys de Thierry Magnaldi, ambos abastecidos con gasolina.
En motos, donde la marca KTM es prácticamente única, la carrera debería ser un duelo entre el francés Cyril Despres, doble vencedor en 2005 y 2007, y el español Marco Coma (2006), quien va a querer rápidamente imponer su ritmo.
Finalmente, un último detalle para recordar los orígenes del Dakar: el dibujo del trayecto de la presente edición si se coloca sobre un mapa coincide con la figura de África.
"Un azar", promete Esteban Lavigne, quien todavía no sabe si la edición 2010 retornará a África o se instalará de modo más duradero en la Pampa