Argentina se impuso hoy con claridad a Angola (70-91) y sigue líder del grupo A, junto a Serbia, a pesar del mal juego que practicó durante el primer y el tercer cuarto, en los que sólo la calidad de un imprescindible Scola mantuvo a flote a los sudamericanos.
Sólo fue tras el descanso y la salida como base de Cequeira que el equipo encontró su lugar en el campo y empezó a hacer valer su clara diferencia de calidad respecto al equipo africano.
En el primer cuarto, Delfino parecía mentalmente marcado por su partido anterior, en el que los australianos no le dejaron jugar, y parecía tener la muñeca oxidada: lanzó tres triples y los falló todos.
Así las cosas, nuevamente Scola hubo de cargar con todo el equipo a sus espaldas y anotó 17 puntos en los diez primeros minutos.
Conscientes de la superioridad física argentina en la pintura, los angoleños jugaron al tiro medio y largo, viendo el daño que les había hecho Australia ayer.
El veterano escolta Lutonda, de 38 años, comandó a su equipo y demostró que se las sabe todas, con planteamiento que funcionó es salió bien y que colocó a los angoleños a tres puntos de su rival al final del primer periodo acabaron cerca el primer periodo (20-23).
En el segundo cuarto, el técnico angoleño, Luis Magalhaes, hizo salir a sus dos hombres más corpulentos, Mbunga y Ambroiso, para intentar ganar la partida en los rebotes.
Mientras el técnico de la albiceleste, Sergio Hernández, esperó a que se asentara una distancia de cuatro puntos para hacer rotaciones y dar tiempo a los jugadores que aún no habían probado, o lo habían hecho por pocos minutos, el parqué de la cancha: Cequeira, Leo y Juan Gutiérrez, Quinteros y Mata.
Eso sí, dejando siempre activo a Scola, sin el que Argentina no funciona.
Argentina ganó rapidez con los suplentes y se puso trece arriba al descanso (32-45).
Siguiendo con las rotaciones, Hernández dejó en el segundo tiempo a Scola en el banquillo pero, aunque Delfino comenzó a encestar como sabe, se vio obligado a devolverlo a la cancha en cuanto los angoleños comenzaron a reducir diferencias.
Lo malo para los argentinos fue que Cipriano y Morais estaban en racha, tanto bloqueando en defensa como anotando -11 y 8 puntos respectivamente en los terceros 10 minutos-.
Scola cometió una falta técnica en ese momento tan inoportuno y los angoleños se acercaron a tan sólo tres puntos (59-62), a falta de 30 segundos para final de cuarto, que el mismo ala-pívot de Houston logró elevar finalmente a 59-64.
Quedaba claro que había que dar velocidad al conjunto y para ello salió a la pista Cequeira: el equipo volvió a funcionar como una máquina a la que se engrasa con buen aceite.
Con un Prigioni tocado en la rodilla, la figura del pequeño y rapidísimo base de Sionista de Paraná se ha revelado providencial, aunque Sergio Hernández sea cauto a la hora de hacerlo salir a cancha por el base titular.
Brillaba Delfino (22 puntos en total), encestaba Leo Gutiérrez desde fuera y hasta Jasen, que no había estado muy fino los días anteriores, volvía a puntuar y demostrar lo que ha hecho desde hace diez años en Estudiantes. En cinco minutos, sin dejar que Angola se acercase, subieron la diferencia a 21 puntos (59-80).