Alberto Contador logró por fin una victoria de etapa en la primera llegada en alto de los Pirineos, tras imponerse al sprint al líder de la carrera, Rasmussen, con el que llegó a la meta. Alberto consiguió distanciar a todos sus rivales y ya es segundo en la general. “Ganar una etapa del Tour ante todo el mundo, en fin de semana, ante mi afición y ante mi familia, que me ha estado empujando, lo es todo. Para mí es como si ya se hubiera terminado el Tour, independientemente de cómo acabe. Me da igual si mañana tengo un mal día”, dijo Alberto al terminar la etapa. Para él, esta victoria culmina un largo camino de trabajo y sufrimiento. “Cuando me operaron de la cabeza me plantearon dejar la bici, pero gracias a Dios todo salió bien y pude volver al máximo nivel. Hoy, el equipo ha trabajado a la perfección, ha sido un placer trabajar con ellos y sólo espero que encontremos un nuevo sponsor para poder continuar juntos”, comentó Contador. Alberto no estaba contento, sin embargo, con la actitud de Rasmussen. “No me ha gustado mucho, me ha atacado en los dos últimos kilómetros y me ha demostrado que no tiene palabra”, dijo sobre el líder de la carrera. En cuanto a la posibilidad de acabar en el podio de París, Contador admitió que le gustaría, pero “ahora sólo pienso en llegar al hotel, tumbarme y pensar en volver a salir mañana. Que me quiten los bailao”, concluyó
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