Rafael Nadal mató hoy dos pájaros de un tiro: cumplió un sueño personal en el All England Club y escribió su nombre en la historia del tenis nacional al recoger el testigo de Manolo Santana al proclamarse campeón en Wimbledon 42 años después de que un español venciera por primera vez en el cuadro masculino.
El tetracampeón de los “músculos de acero”, como le han llamado algunos rotativos británicos, y número 2 del mundo, irrumpió sin clemencia en el terreno, hasta ahora exclusivo del helvético, al que privó del placer de encadenar un sexto título consecutivo en este “grande".
Tardó 4 horas y 48 minutos y soportó dos parones por la lluvia, pero salió triunfante con un 6-4, 6-4, 6-7 (5), 6-7 (8) y 9-7 que mantuvo en tensión a un auditorio entregado.
Los aciertos del balear son, en gran parte, producto del tesón y el trabajo de su tío Toni, su entrenador y la persona que ha inculcado al mallorquín los valores a los que hoy se aferra Nadal para ser el actual campeón que es.
Si en París el manacorense fue capaz de igualar el cuarteto mágico que el sueco Bjorn Borg había conseguido de 1978 a 1981, con Wimbledon se convirtió en el tercer jugador de la Era Open que triunfa en este torneo y en Roland Garros en una misma temporada después de Rod Laver (1962) y Bjorn Borg (1978, 1979 y 1980).
Además, Nadal es el primer tenista de la historia que se apunta los títulos de Queen''s, Roland Garros y Wimbledon el mismo año.
Su evolución, no sólo en hierba, ha sido incuestionable. Ha mejorado su juego en todos los aspectos y no sólo en esta superficie. “Ahora soy un jugador más completo en general”, ha insistido el segundo favorito en numerosas ocasiones a lo largo de esta edición.
Este Wimbledon ha sido testigo de la progresión prodigiosa del “máximo rival” de Roger Federer. Aquí ha logrado hoy lo que no consiguió en el 2006, cuando forzó el cuarto set ante el helvético y lo que no pudo alcanzar en 2007, cuando se fueron a un quinto, donde dispuso de cuatro puntos de ruptura para colapsar al suizo.
Castigado por el viento y con la lluvia como actor secundario, el jugador balear encadenó en la “Catedral” su vigésimo segunda victoria de 25 encuentros disputados en el All England Club, y la 75 en un “grande”, donde fue finalista de las dos últimas ediciones.
Nadie duda de que Nadal es, hoy por hoy, el tenista del momento. Un jugador en racha que suma 24 victorias consecutivas sumadas con sus triunfos en Hamburgo, Roland Garros, Queen''s y Wimbledon.
Su máximo hito hasta este domingo en una cancha lo había firmado en la última final de Roland Garros, cuando eclipsó sin piedad al suizo. Ahí demostró que la tierra era solamente suya. Faltaba lo mejor.
Con su victoria en Queen''s, la antesala de Wimbledon, Nadal obtuvo el primer triunfo de un español en esta superficie desde que lo hiciera Andrés Gimeno en Eastbourne en 1972. Con la de hoy, en la Central, se doctoró en la superficie verde, donde ha ganado 31 de sus 38 partidos jugados.
El mallorquín es, también, el jugador que más títulos ha atesorado en lo que va de temporada: Montecarlo, Barcelona, Hamburgo, Roland Garros, Queen''s y Wimbledon, y ha ampliado el balance positivo que registra con Federer CON 12 victorias frente a 6 derrotas contra el helvético.
con 28 títulos en su palmarés, Nadal, quien continuará en segunda posición del ránking mundial, es ahora, ya sin dudas, el tenista del momento