Juntitos, prácticamente encimados como dicen debe bailarse el tango, los verdes entendieron perfectamente cómo había que llevar el ritmo del encuentro, y salieron con un resultado sorpresivo, pero bien trabajado para felicidad de su gente que ocupó un espacio menor en las gradas del Nuevo Estadio Único de La Plata.
¿Dónde está Lionel Messi? Todos en el inmueble estaban expectantes para deleitarse con el considerado mejor jugador del mundo, y “La Pulga Biónica” simplemente no apareció salvo algunos chispazos que no fueron suficientes para superar a una defensa bien estructurada y que cerró los caminos hacia su portería.
El atacante argentino sigue sin brillar con su Selección, y en buena medida se debe a que al parecer los entrenadores no saben dónde colocarlo para explotar todas las condiciones de crack que posee. El Messi del Barcelona se queda allá, pues en la “Albiceleste” sólo aparece su cuerpo y no la magia.
Acá los aficionados locales se le entregan, lo aplauden, le corean todo y aún le aguardan con algún grado de paciencia que Lio lleve al equipo a donde alguna vez lo condujo Maradona.
De hecho, en las tribunas retumbó el grito de “volveremos, volveremos, volveremos a ser campeones como en el 86”; aunque con este tipo de actuaciones no se ve por dónde lo consigan.
Mucha posesión de balón y escasa producción ofensiva. Así se resume lo que fue el local en este cotejo, y entonces de pronto su calidad de favorito se puso en entredicho desde el comienzo del campeonato.
Y mientras Messi nada más no pesó, un tal Edivaldo Rojas definió de taquito en un tiro de esquina recién iniciada la parte complementaria y entonces congeló a todos los partidarios del anfitrión.
El técnico argentino Sergio Batista optó por Ezequiel Lavezzi en la delantera, pero no lo quiso poner de punta para dejarle ese espacio a Messi, y el “Pocho” nunca estuvo cómodo, tan fue así que salió para que su lugar fuera ocupado por Sergio Agüero.
Lo que terminaron lamentando sobremanera los bolivianos fue la increíble falla de Marcelo Martins, pues el atacante tuvo un doble mano a mano con el arquero Sergio Romero, al 66’, y en ambas oportunidades desperdició la ocasión para aniquilar al rival.
Eso le dio vida a los argentinos que se encontraron con la igualada gracias a un remate del “Kun” Agüero, y sólo así evitaron la máxima decepción en la apertura de la Copa América.
Todavía hubo presión sobre el área visitante, pero no pasó a mayores y al final los bolivianos celebraron en grande el punto obtenido para quedar emparejados con Argentina en el Grupo A.
Si bien lo de Bolivia resultó una sorpresa, tampoco fue nuevo ya que en tres ocasiones previas que le correspondió inaugurar la Copa con el anfitrión tampoco había perdido, lo consiguió ante Paraguay, Perú y Venezuela.
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