sábado, 1 de marzo de 2008
Barcelona, cayó ante Atlético
El argentino Sergio "Kun" Agüero, que reaparecía con el Atlético tras dos ausencias, hizo renacer a su equipo ante el Barcelona, que plasmó su superioridad al principio y con el marcador a favor, pero sucumbió después de que los locales volteasen el 0-1 en contra.
Agüero se marcó una actuación grandiosa. Él sólo se bastó para tumbar a un rival que cedió a su empuje y comandó un triunfo vital para los locales, que se mantienen en puestos de Liga de Campeones y que volvieron a sorprender al lograr una gesta que parecía fuera de su alcance.
El encuentro empezó con un monólogo del Barcelona, que fue dueño absoluto del duelo y fiel a su clásico estilo, con una buena circulación del esférico en un trabajo casi perfecto de casi todos sus futbolistas.
El Atlético, sabedor de las cualidades técnicas del rival, se pertrechó atrás, en busca de algún contragolpe salvador. Quizá influido por la efectividad del Valencia el pasado miércoles en el Camp Nou, los rojiblancos cedieron totalmente la iniciativa a los de Frank Rijkaard.
El problema para los locales fue que adolecieron de transición entre líneas y por tanto de llegada. No se acercaban con peligro a la meta de Victor Valdés, mero espectador del duelo durante la primera media hora.
Ignacio Camacho, un joven de 17 años al que Javier Aguirre encomendó la complicada misión de echarse a su equipo a las espaldas en la parcela ancha, hizo lo que pudo y no se le puede reprochar nada, pero la alternativa le llegó en un combate de mucho voltaje.
El técnico mexicano puso demasiada responsabilidad sobre sus pies y al chaval le quedó grande el envite. La afición, no obstante, premió su valentía con una bonita ovación cuando fue sustituido.
El Barcelona se desenvolvía por el césped del Calderón con suma facilidad, con demasiada autoridad, y con el argentino Leo Messi viendo las evoluciones de sus compañeros desde el banquillo.
Y en esas apareció Ronaldinho. El Atlético, especialista en rehabilitar a contrarios en baja forma, lo hizo con el brasileño. La estrella azulgrana, que había aparecido poco hasta ese momento, se sacó de la manga un golazo espectacular al rematar de chilena dentro del área un pase de Xavi.
Lo celebró Ronaldinho a lo grande, reivindicando su importancia y corriendo medio campo a abrazarse a su banquillo. El gol ponía las cosas en su sitio. El Barcelona era superior y el Atlético sólo había defendido.
El «Kun» ha vuelto por todo lo alto
Pero en los rojiblancos reaparecía el "Kun" Agüero, ausente por sanción los dos últimos partidos, y el delantero volvió a demostrar que es vital en su equipo.
Sólo seis minutos después de anotar Ronaldinho, el Kun se encontró con un balón dentro del área rival tras un pase desde la defensa de Pablo, le tiró un quiebro a Milito con el cuerpo y enganchó un disparo que se introdujo en la portería de Valdés con la colaboración de Puyol, que desvió la trayectoria de la pelota.
Y seis minutos después, otra genialidad suya en forma de pase perfecto a Maxi significó el segundo tanto de los locales, que en doce minutos habían hecho lo que nadie intuía: voltear el tanteador gracias a su principal valor: el Kun Agüero.
Las dos dianas dejaron tocado al Barcelona y desató la alegría de un público incrédulo por lo que había hecho su equipo, que despertó en el momento más inesperado.
Tomó Rijkaard la medida esperada y puso a Messi a calentar desde la banda nada más comenzar la segunda mitad. La presencia del argentino se antojaba necesaria para que el Barcelona intentase hacerse de nuevo con el mando y técnico no dudó en darle entrada en el minuto 56 en lugar de Henry.
Y el segundo acto acentuó el dibujo del primero. Con el marcador por delante, el Atlético volvió a ceder la bola al rival y fió de nuevo su suerte al contragolpe.
Pero, a diferencia de lo ocurrido al comienzo, los rojiblancos habían rearmado su moral y espoleados por una hinchada feliz, ahora sí llegaban.
Lo hizo el "Kun", el héroe local, en otra entrada vertical y velocísima en el área azulgrana ante la que Puyol sólo pudo empujarle y hacer penalti. La pena máxima la transformó Diego Forlán en el 3-1 (m. 64).
Inmediatamente después, Rijkaard sacó al islandés Gudjohnsen en lugar de Edmilson, pero las tornas se habían mudado. Ahora eran los azulgrana los que sufrían de ansiedad y los que luchaban contra el reloj hasta que volvió Agüero, que firmó el cuarto en otra contra de forma espectacular.
Era el minuto 71, el Calderón era una fiesta y el Barcelona parecía acabado, pero Eto'o lo metió de nuevo en el partido al marcar el 4-2 sólo cuatro minutos después.
El camerunés metió el miedo en el cuerpo de los locales, a los que le tembló el pulso y sufrieron para aguantar la preciada renta.
Dos goles diferencia fueron muchos y el Atleti renació de la mano del "Kun" Agüero, que suma once tantos en liga y diecinueve en todas las competiciones
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