Fue el caso más publicitado pero no el más complicado que haya tenido el neurocirujano Ernesto Martínez Duhart quien con una ligera sonrisa informó en exclusiva para Excélsior, que la salud de Salvador Cabañas tuvo una evolución notable.
Al paraguayo no sólo lo han desconectado de los tubos que le ayudaban a respirar y las sondas para nutrirlo, sino que alrededor de las 11 de la mañana de ayer, abrió los ojos.
Cuentan que los presentes en ese momento casi rompen en llanto al ver que reconoció a su esposa y a los médicos que le han atendido. Balbuceó primero y luego empezó a contestar las preguntas tanto en español como en guaraní, de forma pausada y lenta siendo ‘ipora’ (estoy bien) su primera reacción cuando le preguntaron cómo se sentía.
“Después fue contestando cuestiones médicas, como las sensaciones en su cabeza, en sus brazos y en sus extremidades”, revela Martínez Duhart en la estancia del club de médicos del Hospital Ángeles.
Salvador Cabañas aún seguirá en terapia intensiva hasta que el edema cerebral baje por completo y se irrigue todo el líquido (sangre y medicamento) que tiene aún en ciertas cavidades cerebrales.
“Fue un día favorable. Salvador se mantuvo estable, le hicimos la tomografía y vimos que tiene menos edema y menos cantidad de sangre en el cerebro, eso nos permitió ir quitando la sedación, lo hicimos gradualmente hasta que él despertó y pudimos quitarle el tubo porque nos hacía señas de que le molestaba; empezó a contestarnos. Empezó a hablar, no recuerda nada de lo que pasó, pero ha reconocido a sus familiares y a los directivos del equipo. Ahora, esta evolución hay que cuidarla, tiene un catéter reticular para drenarle”, dijo Martínez Duhart.
Duhart estaba también feliz. Recuerda que ese lunes 25 de enero cerca de las siete de la mañana ya estaba atendiendo el asunto con toda la experiencia que le dan sus 18 años desde que está en el Hospital Ángeles. Alrededor de él, su mejor alumna, Fabiola Peralta le escoltó hasta hoy, en que a pesar “de que sigue en peligro, el que esté consciente nos ayuda a evitar muchas complicaciones. Habrá otros riesgos que se irán midiendo con el tiempo, pero está bien por ahora”.