River goleó 3-1 a Boca

Héctor Baldassi pitó el inicio del encuentro. Boca, de la mano del esperado Juan Román Riquelme, comenzó con el dominio total del encuentro. Sin embargo, llegó la sorpresa.

Sobre los tres minutos, en la primera que tuvo River, el joven refuerzo paraguayo Rodrigo Rojas, metió una diagonal y lanzó el zapatazo que superó a un endeble Abbondanzieri.
El Pato había dicho semanas atrás, que durante todo el 2009 sólo se había "comido" un gol. La primera que le tiraron este año, se le filtró por debajo.

El Xeneize continuó con el control de las acciones, mientras el Millonario se aprovechaba de la floja defensa rival. Fue allí cuando aparecieron los hombres experimentados del Coco Basile: Riquelme y Martín Palermo. El diez le puso la pelota en la cabeza al goleador, que se encargó de enviarla al ángulo del arco que defiende Daniel Vega.

El inicio de la segunda etapa encendió al chiquitín Villalva. El juvenil delantero se colaba entre la defensa y tuvo la una muy clara para poner en ventaja a su equipo. Más tarde, peleó el balón en la mitad de la cancha y generó un tiro libre. El envió llegó al área boquense y Gabriel Funes Mori, adelantado, cabeceó, el Pato dio rebote, aprovechó para volver a conectar y poner el 2-1.

Los de Núñez no retrocedieron. Mantuvieron la calma y toqueteó en la última línea de Boca que no encontraba las marcas. El Keko y Funes Mori crearon una pared rústica que lo dejó mano a mano al más chiquito que no dudó en definir con categoría ante el arquero. Almeyda se adueñó del medio para manejar con su experiencia los hilos del partido, al ritmo del Ole, Ole... de la popular.

Contagiado con el aliento de su hinchada, los dirigidos por Leonardo Astrada pudieron lograr una goleada histórica. Sobre todo luego de la expulsión de Nicolás Gaitán por devolver una botella que le lanzador desde la platea. River le hizo precio y se reencontró con su gente. Boca fue una sombra. Basile podría presentar su renuncia. Passarella, de pie, aplaudió a sus jugadores que le regalaron un triunfo por 3-1 en su primer superclásico como presidente.