miércoles, 15 de abril de 2009

Óscar de la Hoya se retira del boxeo


Entre lágrimas y acompañado de su esposa, familiares y amigos más cercanos, Oscar de la Hoya anunció el martes su retiro de los cuadriláteros, tras una fructífera carrera de 17 años en la que amasó una fortuna y el cariño irrevocable de su fanáticos.

"Luego de pensarlo largamente, y consultarlo con mi familia y amigos, he llegado a la conclusión de que me retiro como peleador, pero no del boxeo", dijo de la Hoya en rueda de prensa realizada en una concurrida plaza de su ciudad natal, Los Angeles.

De la Hoya, de 36 años, abandona los guantes con record de 39 victorias y seis derrotas, 30 de esos triunfos por nocaut, tras haber ganado el título olímpico de Barcelona-1992 y 10 campeonatos mundiales profesionales en seis categorías diferentes, desde las 130 a las 160 libras.

"Mi carrera ha estado llena de magia (...) y estoy eternamente agradecido de todas las personas que la hicieron posible", reconoció el hombre al que el mundo bautizó como el Golden Boy (Niño de Oro), por su carisma y las millonarias bolsas que ganó.

Nacido en el este de Los Angeles en el seno de un humilde hogar de inmigrantes mexicanos, de la Hoya logró asentarse por igual en la fanaticada estadounidense como en la de habla hispana, dándole al boxeo una connotación de espectáculo televisivo nunca antes alcanzada.

Su popularidad le hizo el boxeador que más altos ingresos alcanzó en la historia del deporte, sin ser un peso completo, recaudando más de 696 millones de dólares en 19 carteleras por el sistema de PPV (pague por ver).

"Creo que el verdadero significado de mi carrera no estaba en ganar o perder, sino en el don de compartir mis peleas con todos ellos, como nunca imaginé que significaría tanto para tantos", subrayó

Su última pelea fue contra el filipino Manny Pacquiao, quien le derrotó por nocaut técnico en el octavo asalto, el pasado 6 de diciembre en Las Vegas (Nevada).

"En esa pelea me dí cuenta que ya no tenía los reflejos ni la potencia acostumbrada, y eso me (llevó) a tomar esta decisión", añadió De la Hoya, que estuvo acompañado en la tribuna por su esposa Milly Corretgé, el alcalde de Los Angeles, Antonio Villaraigosa, y su padre Joel de la Hoya, quien le inició en el boxeo a la edad de cinco años.

En realidad, el declive boxístico del Golden Boy comenzó la noche del 18 de septiembre de 2004, cuando perdió por nocaut ante el estadounidense Bernard Hopkins.

Desde entonces encajó derrotas ante Floyd Mayweather y Pacquiao, y victorias ante el nicaraguense Ricardo Mayorga (nocaut en el sexto) y el norteamericano Steve Forbes (decisión).

"Desde hacía un tiempo me daba cuenta que ya no tenía el mismo empuje para entrenar, me costaba levantarme en las mañanas para hacerlo. Los años no pasan por gusto", indicó de la Hoya.

La superpelea contra Mayweather, el 5 de mayo de 2007, ostenta el record de más ventas de PPV de todos los tiempos, llegando a 2.4 millones de hogares, además de la taquilla más alta de la historia, con los 19 millones que pagaron en total los fanáticos para presenciar el combate en la arena del hotel-casino Mandalay Bay de Las Vegas.

En el 2002 fundó su empresa promotora de boxeo Golden Boy Promotions (GBP), en la actualidad la principal promotora pugilística de Estados Unidos.

Además de su logros dentro del ring, De la Hoya se ha convertido en baluarte de la comunidad angelina, por sus numerosas obras de caridad.

"Siempre tengo presente aquellas palabras de que 'mientras más tengas, más tienes que dar", subrayó el ahora ex boxeador.

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